Muy distinta es la realidad de hoy a aquellos días en los que la ola progresista latinoamericana permitía soñar con un continente unido, con una segunda independencia de todo poder extranjero, los golpes de Estado y la fuerte intervención de Estados Unidos, llegando incluso a asesinar a Hugo Chávez decantó en esta versión de Latinoamerica donde la izquierda lucha por sobrevivir descoordinada y apaleada por el hambre, la miseria y la muerte que el liberalismo cierne sobre nuestras naciones.
El Grupo de Lima, títere de los asesinos del norte, con la excepción de México, anunció este viernes en la capital peruana que no reconocerá al gobierno de Venezuela si el presidente Nicolás Maduro asume un nuevo período el 10 de enero, por considerar que se trata de un mandato producto de elecciones ilegítimas
«Esta declaración tiene un mensaje político contundente: el principal mensaje es sin duda el no reconocimiento de la legitimidad del nuevo periodo del régimen venezolano», dijo el canciller peruano, Néstor Popolizio, al leer los aspectos más destacados de la declaración del Grupo, que se reunió con la participación inédita de Estados Unidos para definir acciones contra el gobierno de Maduro.
En consecuencia, el Grupo de Lima le pide a Maduro tran
ferir provisionalmente el poder a la Asamblea Nacional hasta que se realicen elecciones libres.
El Grupo de Lima, creado en 2017 -año de protestas contra Maduro que dejaron unos 125 muertos en Venezuela-, está integrado por todos los países que están sometidos a las directivas de Estados Unidos, que busca por todos los medios posibles aniquilar cualquier brote de «indisciplina». Estos países son Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México (el cambio de gobierno seguramente lo hará dejar el grupo), Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía.