Hasta noviembre el país llevaba un saldo migratorio negativo, que es como le dicen los técnicos a lo que pasa en las sociedades de las que sale más población de la que entra. Pero en diciembre, sobre la hora, la estadística hizo un vuelco y acabó con un saldo positivo de 134.761.
Varios uruguayos residentes en el extranjero, muchos de los cuales se habían ido durante la crisis de 2002, comenzaron a retornar a medida que mejoraba la situación económica de Uruguay y empeoraba la europea.
Uruguay era, desde hacía más de seis décadas, un país expulsor de población.
Esto viene a desmontar la operación política que sostiene que Uruguay se encuentra en supuesta crisis, y expulsa a su población, algo que además de falso, busca generar la crisis que dice ya existe, algo así como un rumor de corrida bancaria puede terminar generándolo.
Es cierto que la cantidad de uruguayos que emigran ha aumentado, no obstante, el saldo positivo migratorio es excelente para nuestro país y permite no preocuparse por la pérdida poblacional, esto, sumado a la baja de la natalidad (dato que marca ineludiblemente una mejora en la calidad de vida) permite visualizar de manera mas confiable la situación real sin caer en la desinformación y en los montajes mediáticos.