
En el marco del Festival Nacional de Durazno, Sartori desfiló con su esposa Ekaterina Rybolovleva y su guardia personal por la calles de la ciudad.
El precandidato nacionalista sigue con su curso intensivo de costumbres uruguayas, que poca efectividad le ha traído en las encuestas, no obstante parece confiar ciegamente en la estrategia de marketing que compró y la sigue al pie de la letra.
Sin embargo, un error tras otro han reflejado su desconocimiento real de nuestro país, a veces errores propio y otras veces errores ajenos, hace unos días en el teatro de verano afirmó que de chico concurría allí y que recordaba a los cabezudos.
En esta ocasión generó malestar no solo por utilizar guardaespaldas armados, sino por que a uno de ellos se le cayó del caballo el arma, lo que podría haber resultado en tragedia por la alta concentración de gente.