Dos hombres pujaron este viernes por la Ferrari modelo 458 Italia Spider, del 2014, que había sido decomisada en una causa de lavado de activos.
Finalmente, cuando el rematador dijo US$ 271.000, uno de ellos no siguió la puja -que se prolongó durante unos cinco minutos- y el otro se quedó con el auto de lujo.
El vehículo, que tiene solamente 12.718 kilómetros recorridos, fue rematado al mejor postor con una base de US$ 235.000.
El remate fue ordenado por la Junta Nacional de Drogas (JND) a través del Fondo de Bienes Decomisados. Por expreso pedido de la JND, el martillero fue el presidente de la Asociación Nacional de Rematadores, Mario Molina.