
La nefasta gestión de Mauricio Macri, que generó una muy alta inflación y recesión económica que empujaron al alza el índice de pobreza, que en el segundo semestre de 2018 se ubicó en el 32%, reveló un informe oficial difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La tasa de pobreza registrada entre julio y diciembre pasado estuvo 4,7 puntos por encima de la del primer semestre y 6,3 puntos por arriba de la segunda mitad de 2017. Así la cantidad de argentinos pobres en 2018 ascendió a 12.960.000. Esto significa que en 12 meses 2.680.000 personas se sumaron a la pobreza.
En tanto, los hogares en situación de pobreza alcanzaron al 23,4% en el período julio-diciembre 2018, desde un 19,6% del lapso previo.
El índice de indigencia se ubicó en 6,7%, con un avance de 1,8 puntos respecto del semestre anterior y de 1,9 puntos interanual.
La cantidad de argentinos bajo la línea de indigencia llegó a 2.713.533, es decir que 793.533 personas más tienen problemas severos para alimentarse. A su vez, la cantidad de chicos pobres menores de 14 años aumentó de 39,7% en el segundo semestre de 2017 a 46,5% a fines de 2018.
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, dijo: “La pobreza duele. Hoy es un día triste, como ayer, como hace un año, porque lamentablemente la pobreza es alta en Argentina hace muchos años”.
Aseguró que el gobierno trabaja “todos los días para revertir esta situación” con acciones enfocadas a dar “dignidad” a “cada una de las personas y cada una de las familias que viven en esta situación”.
Según el investigador especializado en pobreza Daniel Schteingart “El 2018 fue el peor desde 2002. La devaluación del peso fue la más intensa desde ese año y la inflación se disparó. Ello determinó que la caída del poder adquisitivo fuera profunda. La consecuencia es que la suba de la pobreza por ingresos fuera la más alta desde 2002”.