
José Nino Gavazzo admitió ante el Tribunal militar que mintió a la Justicia sobre cómo fue la desaparición del tupamaro Roberto Gomensoro porque podía afectar a sus exsubordinados.
Según consta en el expediente divulgado ayer por el ministro de Defensa José Bayardi durante una comparecencia ante la Comisión de Defensa del Senado, hubo un recurso de apelación presentado el 25 de setiembre de 2018 en respuesta al fallo del Tribunal de Honor, donde Gavazzo afirma que no dijo la verdad ante la Justicia sobre la muerte y desaparición del tupamaro Roberto Gomensoro porque “significaba la poco posible probabilidad de que anularan el procesamiento” del coronel Juan Carlos Gómez quien estaba preso por esos delitos siendo inocente.
Según Gavazzo, si admitía que Gomensoro había muerto estando detenido en el grupo de Artillería 1 y que él había arrojado su cadáver en aguas del río Negro, había “muy alta probabilidad de que procesaran a varios oficiales de esa repartición, que tampoco nada tenían que ver con la muerte de Gomensoro”. Y agrega: “Es decir, tuve que elegir entre la posibilidad de un mal mayor y uno menor”. Su decisión fue tomada “con lealtad al camarada” y a sus exsubordinados, dijo el torturador y asesino en su descargo.
“No he faltado a la verdad para favorecer ni perjudicar a camaradas”, dice Gavazzo. “Sí he faltado a la verdad ante la Justicia Ordinaria, pero antes de que apareciera en escena el coronel Gómez, lo cual es un derecho de todo indagado, al igual que lo es negarse a contestar preguntas o autoincriminarse. En el momento en que falto a la verdad ante el juez, lo hago en mi defensa legítima y cuando nadie había todavía denunciado al coronel Gómez, lo que equivale a afirmar que no perjudiqué ni favorecí a ningún camarada”.
Contradicción
Mientras, en mayo de 2018 Jorge “Pajarito” Silveira declaró ante el Tribunal de Honor que “hubo un fallecido en Artillería 1, que Gavazzo lo gaseó”. “Creo que es un desaparecido”.
Silveira dijo que se trataba del “Gordo Silvera”. El nombre de este hombre era en realidad Eduardo Pérez Silveira y era militante del MLN.
De acuerdo al trabajo del Equipo de Investigación Histórica de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, Silveira -cuyos restos aún no aparecieron- “fue llevado al Hospital Central de las Fuerzas Armadas en estado de coma y con graves problemas respiratorios a causa del estallido de una granada de gas que le fuera arrojada intencionalmente dentro de su celda”.
“El presidente de la República, (Tabaré) Vázquez, pide el informe a los comandantes en jefe, ahí yo le doy los datos de este Silvera (sic) a los generales y los que vieran esa persona, creo, porque nos reunimos en el Hospital Militar todos… casi, casi todos, casi todos los oficiales de la OCOA, y todo lo que sabíamos de fallecidos y cosas lo fuimos dando con el compromiso de que no teníamos que dar nombres”, agregó Silveira ante el tribunal militar en mayo.
Además de tortura, robo
Según testimonios de algunos denunciantes y de los propios militares Gavazzo y Gilberto Vázquez, unos US$ 8 millones fueron incautados al Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) en Buenos Aires.
La esposa de Alberto Mechoso, Beatriz Castelonesse, atestiguó que Ricardo Arab y Gavazzo fueron a su casa en Buenos Aires y le dijeron que la trasladarían a Montevideo, lo que después ocurrió en uno de los vuelos. Ella relató a la justicia que su esposo fue detenido en la vía pública y que después los militares uruguayos entraron a la casa y se llevaron dinero. Ella habló de US$ 1.500.000 que estaban debajo de una escalera.
Más adelante, Gavazzo confirmó la cifra ante la Justicia. Contó que Mechoso detenido en Automotores Orletti le pidió al militar que asegurara la vida de la esposa y los hijos y a cambio le diría dónde guardaba ese dinero. Según Gavazzo, ambos acordaron y el pacto se respetó.
Parte del dinero, según Vázquez, fue a parar al Servicio de Información de Defensa (SID), al Comando del Ejército y la División de Ejército I.
Gavazzo admitió que viajaba regularmente a Argentina, a Automotores Orletti, centro de tortura dirigido por Aníbal Gordon, y que operó “sobre personas uruguayas residentes en Argentina”. Eran “integrantes de grupos terroristas que operaban en Argentina o se habían sumado a grupos terroristas argentinos. O que incluso habían organizado sus actividades para regresar a Uruguay”.
Y contó que en Orletti “habían detenido a 22 o 23 personas, todos menos uno eran del PVP, que iban a ser ejecutados. Solicité órdenes al general (Amaury) Prantl para hablar con la gente de OT 18 (Orletti), para hablar a los efectos de que eso no sucediera” (asesinarlos).
“En un principio no existía posibilidad de evitar ese hecho pero después mediante una mentira conseguimos que nos los entregaran a efectos de salvar sus vidas”, relató.
No obstante Gavazzo negó la existencia del llamado “segundo vuelo” en el que 22 uruguayos -que parmanecen desaparecidos- fueron trasladados desde Argentina hacia Uruguay. y que fuera confirmado por la propia Fuerza Aérea. “Ese vuelo no existió”, aseguró.