El responsable de la Comisión Nelson Inda, afirmó que los bancos “son inconvenientes” y no tienen relación con “la calidad que tiene la plaza ideada por Edouard André”.

La intendencia anunció que la modificación se hizo para “aumentar el área de circulación para peatones” y “disminuir los lugares para estacionar, dándole continuidad al sistema de calles peatonales y mejorando las condiciones ambientales”.

El objetivo es “contribuir al mayor confort y seguridad para los peatones que transitan por Ciudad Vieja” y “revalorizar la Plaza Zabala”. La obra se llevó a cabo por licitación en su totalidad y la inversión fue de $ 14.912.082, unos U$S 420.000.

A la discusión sobre la pertinencia de instalar estas estaciones de descanso en la Plaza Zabala se sumó ahora un comunicado de la Comisión de Patrimonio (CPCN).

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La Plaza Zabala y la escultura y Monumento a Don Bruno Mauricio de Zabala fueron designados Monumento Histórico en 1975. La Comisión reconoció esos valores y la calidad del Jardín de Zabala ideado por el paisajista francés Edourd Andre e inaugurada en 1890. “La Dirección de Paseos Públicos de la Intendencia de Montevideo compartió con la CPCN una serie de propuestas de equipamiento y pavimentación de ese singular espacio sin que alguno fuese aprobado”, aclara el comunicado.

La Comisión del Patrimonio reafirmó la idea de que “toda actuación en el área ocupada por la primera construcción colonial, realizada en lo que luego fue Montevideo, debía ser un vehículo de trasmisión de ese importante acontecimiento”.

El equipamiento “de descanso” localizado en el perímetro de la Plaza no fue autorizado por la Comisión del Patrimonio, indica luego el comunicado difundido por Así nos va (Carve), que entrevistó al responsable de la Comisión, Nelson Inda.

Inda comentó al programa radial que hubo muchas reuniones con la intendencia para estudiar proyectos vinculados a la Plaza Zabala, desde la puesta en valor de los restos del fuerte colonial de Montevideo a inmuebles en la zona. “La recomendación fue que cualquier intervención en la plaza tuviese una relación con el conocimiento que debe tener cada visitante del principio de la ciudad de Montevideo”, comentó.

“Hasta ahí llegamos. El equipamiento apareció de improviso, sin que lo conociésemos. Parece que hay una mala praxis patológica, que indica que lo que es mueble no debería tener autorización de la Comisión. Por una volqueta nunca nos piden autorización, por ejemplo”, dijo. Sin embargo, estos bancos parecen prácticamente inmuebles, apuntó.

“Aparentemente son inconvenientes, no tienen una relación con la calidad que tiene la plaza de André”, remarcó. Se comunicará a la IM la opinión de la Comisión para ver cuál es la reacción.