El segundo y seguramente último debate previo a las internas dejó gusto a poco, probablemente debido a la magistral clase de oratoria y contundencia dada por Andrade anteriormente.

Un candidato opositor que balbuceo cosas sin sentido durante todo el programa, y una candidata oficialista que con todo para lucirse terminó cada una de sus intervenciones con una frase estilo Disney.

Un Larrañaga que como se dice en la jerga política se dedicó a “asustar viejas” pero que solo logró asustar a los pocos que todavía pensaban votarlo, ya que dió vergüenza y no pudo plasmar una sola idea en hora y media.

Comenzó diciendo que el Frente Amplio no ayudaba a la gente y que no podía manejar el pais debido al paro general de ayer, y a los minutos diciendo que el PIT CNT era funcional al gobierno al que le estaba parando, dió cifras no erradas, sino imposibles sobre la industria lechera, hablo del flagelo de la pasta base olvidando con quien llegó y en qué gobierno tuvo su pico, y llegó a afirmar que quiere “milicos en la calle”.

Por el lado de Cosse, no supo aprovechar ni que la realidad la hacia ganadora casi sin decir nada y que el estado de su oponente era tan vergonzoso que cualquier cosa que ella dijera la colocaba como la razonable ganadora, y se mantuvo con excesiva calma en intervenciones demasiado estructuradas, lo que le hizo perder la frescura necesaria para convencer con la forma.

En Resumen, y luego de ambos debates se puede afirmar que Andrade cuenta con la mejor oratoria de toda el espectro político uruguayo y que Larrañaga tiene que agradecer que no lo alcanzó Antía en la interna blanca.