Los deportes electrónicos mueven 1.000 millones de dólares anuales en todo el mundo, una cifra pequeña en comparación con los 134.000 millones que factura la industria de los videojuegos.
Lo que no se contabiliza correctamente, es el dinero que generan las actividades subsidiarias de la industria, ya que a través de esta actividad, proliferan no solo los jugadores, lo hacen además los torneos con premios millonarios, derechos de transmisión de los partidos y de imagen de los competidores, auspicios de camisetas o clubes, transferencias de jugadores entre equipos y apuestas online sobre los juegos.
Para quienes están en el mundo, la tendencia no ha explotado todavía mucho más por los prejuicios sobre la industria.
Sin embargo, entre los jugadores con talento hay quienes prefieren mantenerlo como un pasatiempo y no profesionalizarse.
“Si te digo la verdad, yo me lo tomo como un hobby; hay mucha gente que entrena, y entrena en serio, prueba cosas o juega varias horas al día. La verdad es que no tengo mucho interés en hacer eso”, dijo a Sputnik Franco Abreu, “embajador” de Uruguay por la Federación Uruguaya de Fútbol Virtual (FUFV).
La FUFV contiene tres divisionales (A, B y C) donde juegan “más de 1.000 personas” en una modalidad once contra once al juego de fútbol FIFA, comentó Gastón García, uno de los organizadores de la federación.
Cada jugador tiene la posibilidad de personalizar su avatar para ingresar a los equipos de los cuales participan filiales de los clubes reales de fútbol, como los históricos Peñarol y Nacional uruguayos.
Abreu llegó a ser embajador tras ganar un torneo de uno contra uno, y la intención de la FUFV es que ese cargo sea simbólico en el marco de una negociación con la empresa EA Sports, creadora del juego FIFA, para que habilite a los jugadores de este país sudamericano a entrar en los campeonatos online.
Otra realidad es la de Argentina, donde hace pocos días Nicolás Villalba perdía la semifinal de la Copa Mundial de FIFA (FIFA eWorld Cup) al caer derrotado por penales ante el alemán Mohammed Harkous.
El ganador de este torneo, al que solo acceden los jugadores de países habilitados, recibirá 250.000 dólares.
Villalba, que actualmente cuenta con un director técnico y un psicólogo, critica a quienes creen que no es profesional, según un artículo del medio digital Revista Anfibia.
Además, muchos de los equipos a los que jugadores pueden suscribirse entrenan ocho horas al día con tres pausas.
Argentina ocupa el puesto 25 en cuanto a facturación de videojuegos con 420 millones de dólares en ventas anuales, según un listado que elaboró la firma especializada en la industria Newzoo, que no tiene a ningún país latinoamericano en los 10 primeros lugares.
Brasil ocupa la posición número 13 en el ranking mundial de facturación del sector, con 1.300 millones de dólares y 1.700 videojuegos producidos entre 2015 y 2016.
A pesar de sus detractores, la industria tiende a crecer, a un ritmo vertiginoso y a ampliar sus horizontes geográficos para aumentar exponencialmente sus ganancias.