El rey de España, Felipe VI, constató que no existe un candidato con los apoyos necesarios para ser investido presidente del Gobierno, por lo que no nominará a ningún líder político para solicitar la confianza del Congreso de los Diputados. Los nuevos comicios tendrán lugar el 10 de noviembre.

El monarca tomó la decisión de no proponer un candidato tras reunirse durante las jornadas de 16 y 17 de septiembre con representantes de todos los partidos presentes en el Congreso.

En esa ronda de consultas, Felipe VI constató que el ganador de las elecciones del pasado mes de abril, Pedro Sánchez, sigue sin aunar los apoyos necesarios para ser investido.

En consecuencia, Felipe VI trasladó a la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, su negativa a proponer un candidato.

El comunicado de la Casa Real recuerda que la no designación de un candidato se hace en virtud del artículo 99 de la Constitución.

En el punto 5 ese artículo se establece que “si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso”.

Podemos se aferró a un gobierno de coalición

Este 17 de septiembre, Pablo Iglesias, en su calidad de secretario general de Unidas Podemos, se entrevistó con el rey Felipe VI y dejó claro que su formación estaba dispuesta a apoyar al candidato del PSOE, pero con una condición: solo si se formaba un Gobierno de coalición.

Iglesias recordó que su propuesta era “una vía que funciona en buena parte de los países de nuestro entorno”, y rememoró que Unidas Podemos aceptó vetos desde el primer momento con la intención de que se formase un gobierno entre su partido y el PSOE, con Sánchez al frente.