En el día de ayer se realizaron los cierres de campaña blanco, frenteamplista y el del fascista cabildo Abierto.
En el acto, la aspirante a primera dama afirmó con soltura que no tiene certeza de que podamos volver a votar dentro de 5 años, y esa opinión, es de lo más acertado que ha producido en su vida de estadista.
Porqué? Porque en efecto estamos ante el peligro de vulnerar la democracia a tal punto de perderla, un mínimo repaso me permitirá demostrarle lo que digo.
La principal fuerza opositora tiene un escándalo de extorsión sexual a menos de una semana del acto eleccionario y no exige al involucrado la renuncia, muestra suficiente de que ni el peor escarnio público logra forzar al Partido Nacional a actuar con firmeza.
Esté partido nacional liberaría, al menos en las encuestas una coalición que tiene como objetivo sacar al Frente Amplio del gobierno, con pequeños matices sobre cómo repartirse las enormes ganancias que ello traería para las élites a la que pertenecen y que financian sus campañas.
No miento si digo que el vínculo entre el narcotráfico de gran porte, Un solo Uruguay y el Partido Nacional ya trasciende lo periodístico y tiene ribetes que pueden llegar a ver la luz algún día de estos.
A esta coalición por su defensa de Chile, Ecuador, Argentina y Brasil, países dónde se dieron golpes de Estado o donde se ha llegado al toque de queda por protestas pacíficas con decenas de muertos, violaciones y torturas, ya podemos afirmar que no le temblaría el pulso a la hora de suprimirnos los derechos consagrados en nuestra Carta Magna.
Y todo esto sin que llegaran ellos, la corporación de los altos grados militares alineados al neonazismo y partícipes del Terrorismo de Estado, que haciendo uso de nuestra mala interpretación de tolerancia ganan espacios a pasos agigantados.
Un ex comandante cómplice sino partícipe de la última dictadura, que afirma la justicia hace mandados, un candidato opositor que dice que desde el primer día hay que negociar con el FMI, y un supuesto líder de todo esto que como programa tiene una ley de urgente consideración con cláusulas secretas que se niega a revelar por la evidente impopularidad de las mismas son una receta infalible para algo: EL COLAPSO.
Y ante el colapso la derecha reacciona como sabe, con palo, mentiras para llegar, represión para sostener, un concepto que hace unos días declaraba la Juventud Socialista del Uruguay en su comunicado sobre la situación chilena.
El romanticismo, la épica militante, la alegría de ver posible el cuarto gobierno no debe quitar la noción del abismo que tenemos a un paso.
Lucas Gargallo