Cuando la falta de humanidad se mezcla con la desazón de no convencer a los votantes de que un proyecto vale la pena votarlo, algunos caen en la aburrida y lamentable posición de ser usina de verguenza ajena.

(No enlazamos al video para no continuar exponiendo a sus protagonistas).

La polémica surge por le video de unos escolares cantando el jingle de la Ola esperanza del frente amplio, algo completamente entendible considerando que tanto ese como los demás jingles está sonando a todo hora y lugar desde ahce semanas en cada rincon del pais.

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Lo que es lamentebale aunque desde algunos hasta esperable, es la caza de brujas que iniciaron nefastos personajes como Graciela Bianchi o Amorín Batlle en redes buscando perjudicar el trabajo de la maestra y exigiendo investigación por parte de Primaria.

Si quieren que los niños en grupo no canten jingles, no gasten millones de dolares en instaurarlos, hagan el ejercicio de ver la realidad y no ocupen sus días en intentar perjudicarle la vida a los trabajadores.