El golpe de Estado en Bolivia parece continuar aumentando la violencia y a pesar de que Evo Morales y su vicepresidente García Linera renunciaron para evitar el baño de sangre, los golpistas van por todo.
Macri le negó el asilo político a Evo, que tenía previsto refugiarse en ese país tras su renuncia, esto desató una persecución contra el ahora ex presidente, por quien ya habían ofrecido una recompensa de 50000 dólares.
A esto se suma la toma de la embajada venezolana por un grupo paramilitar que busca masacrar a los trabajadores del recinto quienes están a resguardo y protegidos por su guardia.
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