Empezó el fútbol en Chile, y la gente del Coquimbo se metió a la cancha con el intención de que se suspenda el partido como forma de protesta por las brutales torturas a la que se está sometiendo a la población chilena.
Al grito de “Piñera asesino igual que pinochet” y con una bandera con la frase “calles con sangre, canchas sin futbol“.

La manifestación se produjo cuando se jugaban 17′ del primer tiempo, momento en que el grupo comenzó a lanzar fuegos artificiales.
Minutos después, se determinó que el pleito no continuara tras la decisión de la ANFP y el juez Cristián Droguett.