La fiscalía de Colonia resolvió archivar la denuncia penal contra el dirigente político Carlos Moreira, justo el mismo día en que será proclamado candidato a al reelección en la intendencia departamental en las elecciones de mayo.
Moreira está decidido a pedirle al Partido Nacional que lo restituya en sus derechos políticos y partidarios.
Moreira tenía una causa abierta por unos audios que se hicieron virales en los que el intendente mantenía una conversación privada con la edila María José García.
El jerarca le afirma a la mujer que la pasantía sería renovada solamente a cambio de sexo, insistiendo en encontrarse.
Esto llevó a la justicia a investigar el hecho por las presuntas irregularidades admitidas por el intendente.
Al hacerse público el hecho, Moreira renunció a su filiación por el Partido Nacional.
Según el dirigente, esto no seria impedimento para ser candidato en el lema. En la víspera trascendió que los otros dos candidatos son Ricardo Planchon Geymonat y Eduardo López.
Cronica de un retorno anunciado
No tan lejos están aquellas declaraciones de los blancos pillos, diciendo a boca de jarro que ya habían tomado las medidas que correspondían en el asunto del viejo “color pasto” Moreira. Y ahora, como convidados de piedra, miran al costado atendiendo a los tiempos políticos.
Alguno dirá que la justicia lo absolvió por no encontrar una figura delictiva para imputarle y con eso, pretenderá minimizar aquellas acciones denigrantes y propias de un ser primitivo en lo vulgar y burdo.
Pero eso no es lo más penoso, sino el comprobar que hay muchos que viven y piensan como él. Este asunto, más que un tema de justicia, es un tema cultural que no debería quedar como una anecdota graciosa de un viejo depravado.
Peores, los que lo cubren en sus andanzas y la sra Argimon que se saca carteles de feminista, pero más política que mujer.
La vergüenza, cuando no produce un efecto de arrepentimiento y reflexión, es vana.
No pido esto a él ni a sus ediles secuaces, seguramente compañeros de andanzas.
Se lo pido al pueblo de Colonia, a tomar distancia de estas acciones de otro siglo y decir que no comparten; revelarse en el ámbito que corresponde y dar el ejemplo de como debe comportarse una persona que nos representa.
No quisiéramos bautizar al queso Colonia con algún adjetivo de complicidad.
De otra manera; ¿Cómo se verá a la sociedad coloniense y cómo se verán, al mirarse al espejo?
Emilio Soto Espíndola