A la decisión panfletaria de no invitar a su asunción a Cuba, Nicaragua y Venezuela, por ser según declararon “regímenes autoritarios”, se suma la invitación a la golpista Añez, quien ostenta el poder en Bolivia luego de darle un golpe a Evo Morales y de incluso perseguirlo para matarlo teniendo Evo que escapar a México para proteger su vida.

El mismo Talvi, canciller que entrará en funciones el 1 de marzo, calificó de golpe de Estado lo sucedido en Bolivia en su momento, claro que fue solamente por estar aún en campaña electoral, ya que hoy en día, habiendo ganado, desconoce sus propias declaraciones y apoya al gobierno de facto.

Sobre Venezuela, Talvi se apresuró a obedecer las directrices dadas por EEUU, afirmando que “lo que está pasando en Venezuela es inadmisible y está creando con cinco millones de refugiados una crisis humanitaria, en materia de salud, seguridad y empleo“.

“No es un problema venezolano, es de toda la región. El régimen esta exportando al resto de continentes un montón de problemas“, agregó.

Talvi sostuvo que el gobierno electo va a tomar posición sobre la situación de ese país “una vez que asuma”.

“Por ahora reconocemos a Juan Guaidó como el presidente de la Asamblea Nacional, el último órgano legítimamente electo de manera democrática en Venezuela y como un interlocutor fundamental para cualquier salida democrática en ese país“.

Uruguay se suma de esta manera al grupo de países cipayos, que apoyan los golpes de Estado contra gobiernos que no obedezcan al pie de la letra lo dictado por la potencia continental, Estados Unidos.