Una investigación publicada en el Washington Post del centro de investigación estadounidense Monkey Cage afirma que no hubo fraude electoral en las elecciones bolivianas de octubre, contradiciendo así el informe de la OEA al que definen como “defectuoso”.
Los Hechos
Evo Morales se proclama ganador de las elecciones en octubre de 2019, la oposición acusa al gobierno de fraude electoral sucediéndose días de violentos disturbios. El 10 de noviembre la OEA en su informe apoya esta tesis, sumado al amotinamiento policial y apoyo de los militares a la oposición, Morales dimite.
Se instala en Bolivia a los pocos días el gobierno de Áñez. Morales junto con miembros del gobierno y de su partido son acusados de sedición y subversión. El post conflicto deja un saldo de al menos 35 muertos en el país y se convocan elecciones para mayo.

Los defensores del fraude electoral en Bolivia esgrimen el informe de la OEA que afirma que cuentan con evidencias de fraude después de un parate en el conteo preliminar (al 84%), momento en el que Morales gozaba de 7,87 puntos de ventaja sobre el opositor Carlos Mesa.
Cuando se reanudó el conteo el margen de Morales estaba por encima de los 10 puntos porcentuales, no siendo necesaria una segunda vuelta electoral. La OEA afirmó en ese momento que las grandes desviaciones en los datos indicaban un potencial fraude en favor de Evo Morales.

En su informe la OEA afirma que se produjo una manipulación del sistema de conteo rápido que afectó a los resultados electorales, además de firmas falsificadas, alteración de las hojas de conteo y una cadena de custodia deficiente.
Monkey Cage contradice a la OEA afirmando que no había una diferencia estadística significativa en el margen antes y después del conteo preliminar. La investigación argumenta que la OEA no tiene en cuenta la variable del tiempo de los votantes.
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Es decir, las personas que votan más tarde debido a su situación laboral, o las áreas empobrecidas/rurales donde existen problemas de infraestructura siendo más lento el conteo de los votos.

Como se puede ver en el gráfico del Tribunal Supremo Electoral, hay poca diferencia cambio entre los resultados de Morales antes y después del conteo (0.946), lo que sugiere que no hubo irregularidades significativas según la investigación.

Si seguimos la tendencia señalada antes del apagón, con el aumento del margen de victoria por parte de Morales, la evidencia es que Evo habría conseguido esa ventaja del 10%.
Monkey Cage concluye que “ no parece haberdiferencia estadísticamente significativa en el margen antes y después de la suspensión de la votación preliminar. En cambio, es muy probable que Morales superara el margen de 10 puntos porcentuales en la primera ronda “.
a investigación declara que el análisis estadístico y las conclusiones de la OEA parecen profundamente defectuosos y asumen una serie de condiciones que son refutables estadísticamente e históricamente.