El mural había sido tapado por una brigada de la coalición de derecha, haciendo campaña por Laura Raffo, con la firma de «ni me callo ni me voy».

Dicho mural artístico, que entre otras cosas, homenajeaba a Plef, el grafitero asesinado por el odio, ya fue recuperado por la brigada artistica Andrés di Pascua.