Las nuevas autoridades ya están revisando la disponibilidad de materiales para la represión a las manifestaciones, elemento básico para un gobierno neoliberal.

Al ser consultadas las ahora ex autoridades del ministerio del Interior, se respondió que la policía actualmente no poseía ningún carro de dichas características, ya que no ha Sido necesario desatar la furia del Estado sobre ningún colectivo en la calle.

Inmediatamente se inició la negociación con los expertos continentales en represión, tortura y violaciones, los carabineros de Chile.

Cabe destacar que una gran cantidad de denuncias de organizaciones de derechos humanos y testimonios tanto médicos como de afectados dan fé de que precisamente los carabineros de Chile, utilizan mezclada en el agua de los carros hidrantes soda cáustica, a efectos de causar quemaduras de gran envergadura sobre la población, que en múltiples ocasiones ni siquiera participan de las marchas reprimidas h son meros “daños colaterales” del frenesí asesino del cuerpo policial.