Aquí la declaración:

Declaración de la Embajada de China en Uruguay

Mao Zedong dijo: Quien no investiga, no opina. Muchos amigos uruguayos han visitado China, regresando con una muy buena impresión. Un refrán reza: Ver para creer.

El 19 de marzo, en medio del brote a nivel mundial de la pandemia del coronavirus COVID-19 y la resuelta lucha a capa y espada desplegada por el gobierno y pueblos uruguayos bajo la firme conducción del presidente Luis Lacalle Pou, el diario El País publicó un artículo repleto de discriminación racial y prejuicio político del columnista Ricardo Reilly Salaverri, en el cual dio rienda suelta a reproches infundados contra las medidas tomadas por el gobierno chino en el combate a la epidemia, lanzando calumnias contra el sistema político chino y estigmatizando a China a gritos, hecho que hirió gravemente el sentimiento de los 1.400 millones de chinos. La Embajada de China en Uruguay, sumamente sorprendida, manifiesta su gran descontento, total rechazo y enérgica condena.
A raíz del brote de la epidemia, bajo la firme conducción del presidente Xi Jinping, el pueblo chino, unidos como uno, se lanzó intrépidamente al combate y logró c ontrolar el flagelo, a costa de titánicos sacrificios, aportando grandes contribuciones a la seguridad sanitaria de los pueblos de todas las latitudes, además de ofrecer asistencia a cerca de 100 países, incluido Uruguay, con lo cual se ha granjeado el amplio elogio de la comunidad internacional. El virus no conoce fronteras y la pandemia es el enemigo público de toda la humanidad. La Organización Mundial de la Salud, máxima autoridad sanitaria, como principio básico, no permite relacionar ningún virus con cualquier país, lugar, etnia, grupo o individuo, rechazando todo tipo de estigmatización.
Ante la crítica situación de la propagación de la pandemia, todos los países debemos ayudarnos mutuamente porque compartimos el mismo destino. Las palabras del Sr. Ricardo Reilly Salaverri reflejan exhaustivamente que, su cuerpo está en el siglo XXI, mas su mentalidad todavía se queda en la Guerra Fría del siglo pasado.
China ha experimentado trascendentales cambios tras la fundación de la Nueva China hace 70 años, sobre todo, desde la reforma y apertura hace 41 años. Hoy por hoy, somos la segunda economía del mundo, 740 millones de chinos se han librado de la pobreza, más del 70% a nivel global, lo cual ha movido la aguja en esta lucha de la humanidad, una gran contribución objeto de reconocimiento mundial.
La esplendorosa civilización china de 5.000 años de historia goza de fama universal y encierra en sí un magnificente acervo, cuya hermosa escritura, su máximo exponente cultural, es la más antigua vigente y única perpetua en todo el mundo. El artículo del Sr. Ricardo Reilly Salaverri reveló su estrechez mental, extremismo cognoscitivo e ignorancia cultural, así como su arrogancia de dudoso sustento. Tratándose sobre todo de un columnista de larga trayectoria, realmente nos da mucha pena.
El presidente Mao Zedong dijo: Quien no investiga, no opina. Hoy por hoy, muchos amigos uruguayos han visitado China, regresando con una muy buena impresión. Un refrán reza: Ver para creer. Si el Sr. Ricardo Reilly Salaverri todavía no conoce China, le proponemos ir cuanto antes para ver con sus propios ojos la milenaria historia y espléndida cultura china, su modernidad y, de paso, saborear su exquisita gastronomía, de renombre universal, para que, de vuelta al país, pueda escribir unos artículos veraces, objetivos, imparciales y serios, en vez de propagar por ahí rumores diciendo lo que se le viene a la boca de forma irresponsable.
Los 32 años de relaciones diplomáticas entre Uruguay y China se han caracterizado por el respeto mutuo y el trato en pie de igualdad. Ambos países establecieron una Asociación Estratégica en 2016 y firmaron en 2018 un memorándum de entendimiento de cooperación en el marco de la Franja y la Ruta. China se perfila desde hace años como el primer socio comercial y el mayor mercado del Uruguay, el comercio bilateral de 2019 fue 40 veces el de 1988.
China es, además, el primer cooperante del Uruguay, los proyectos de fortalecimiento del sistema de video vigilancia de seguridad pública, los equipamientos para teatros y el nuevo local de la escuela primaria República Popular China en el barrio de Casavalle en Montevideo se han convertido en nuevos símbolos de la tradicional amistad bilateral. Los hechos se han encargado de demostrar que la cooperación práctica y amistosa Uruguay-China ha arrojado beneficios tangibles a ambos pueblos, tornándose en un paradigma de la cooperación amistosa entre naciones de distinto tamaño y condiciones.
Durante los últimos años, en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta, la amistad se ha arraigado cada día más en los corazones de ambos orientales. En tiempos difíciles se conocen los amigos. En días pasados, cuando la epidemia azotaba China, el gobierno, el parlamento, las fuerzas armadas, así como las personalidades de todos los sectores sociales del Uruguay enviaron a primera hora su sincera solidaridad y apoyo, brindando también valiosas donaciones.
El próximo 23 de marzo hora uruguaya, China celebrará una videoconferencia con los funcionarios gubernamentales y expertos latinoamericanos y caribeños para compartir e intercambiar informaciones y experiencias, hecho que refleja la profunda fraternidad y el decidido apoyo recíproco que caracterizan al destino común de la humanidad en estos momentos tan especiales.
En 1813, la novelista británica Jane Austen publicó su obra maestra Orgullo y Prejuicio, cuyo título, a nuestro parecer y tras más de 200 años, está hecho a la medida del artículo del Sr. Ricardo Reilly Salaverri. Más temible que el coronavirus es el virus escondido en la mente de cierta gente. Exigimos seriamente al Sr. Ricardo Reilly Salaverri tomar plena consciencia de su grave error de la estigmatización de China, poner de inmediato coto a sus interferencias y sabotajes a los lazos de amistad y cooperación entre China y Uruguay y a sus desenfrenadas difamaciones y ataques contra la imagen de los 1.400 millones de chinos, adoptando medidas eficaces para amortiguar sus muy nefastas influencias.

El Sr. Ricardo Reilly Salaverri le debe al pueblo chino unas disculpas.