El Canciller uruguayo había afirmado días atrás que un canciller no podía decir lo que acaba de decir en la televisión.

Los choques en la interna de la coalición de derecha que gobierna Uruguay llevaron a que en el día de ayer se filtrara la intención de renunciar de Ernesto Talvi, que rápidamente salió a controlar la crisis política negando el hecho e instalando el concepto de «salida programada«.

Sin poder real en la interna de su propio partido y sin voz en temas que atañen específicamente a su cartera, el Canciller se cansó y solicito «cambiar de rol» en el gobierno.

Pero un día después, demostró cambiar radicalmente de posición y acusó a Venezuela de ser una dictadura que tortura y asesina, afirmando que tiene amigos que sufrieron la tortura en primera persona.