Quién fue el primero, quién mintió, quien corroboró o quien merece el crédito es un tema que no nos atañe, lo cierto es que ayer en la noche el periodista Gabriel Pereyra publicó que Talvi se encontraba redactando su renuncia, y si bien la información no fue exacta, es completamente cierto que la intención del canciller es dejar ese puesto.

El alejamiento del que para la opinión pública fue el lider del partido colorado (una falsedad ya que quien sigue manejando los hilos es Sanguinnetti) del gabinete apenas sobrepasando los cien días de gestión de la coalición de derecha que se encuentra en el gobierno significaba un duro golpe para la maltrecha formación política, por lo que Talvi y Lacalle Pou acordaron un «alejamiento paulatino» que les permita seguir gestionando el marketing del gobierno.

Una de las fuentes del diario el Pais admitió que Talvi evitó ir a la reunión del gabinete por: “no estar de humor”. Pero aclaró que había quedado conforme con la reunión, la noche anterior, con el presidente Lacalle Pou.

La intención del canciller es simple, no perder el poco peso que le queda en la interna colorada, combatir la influencia de Sanguinnetti, con quien diversas fuentes afirman que no se habla hace meses, y tratar de consolidarse como candidato para 2024.

El acomodo del hijo de Sanguinnetti, a pesar del expreso veto de talvi, la posición sobre Venezuela, la designación del canciller en Argentina, y aún no se conoce la magnitud del problema de que la ONU solicitó retirar algunas de las mas nefastas dispociones de la LUC, son los motivos de la ruptura definitiva.

Lo cierto es que tal como decía la ahora oposición en campaña, era inevitable que los líderes de los partidos minoritarios de la coalición no dejaran la primera linea para ponerse a trabajar en sus intereses específicos, escapando a asumir las consecuencias del nefasto programa de gobierno de la coalición en la calidad de vida de la gente.