Dos jóvenes demandan a Walmart por llamar al 911 al verlos con un televisor en manos (venían a devolverlo)

Dos hombres negros de EE.UU. demandan a Walmart por acusarlos de ladrones y llamar a la policía cuando iban a devolver un televisor.

Los individuos pidieron repetidamente una explicación “por haber sido detenidos, registrados, esposados ​​y avergonzados de una manera tan degradante”, pero no recibieron ninguna respuesta.

Dennis Stewart y Terence Richardson, dos residentes de Texas (EE.UU.) presentaron el pasado jueves una demanda federal contra la cadena de tiendas Walmart, a la que acusan de racismo.

El incidente que condujo a las acciones legales ocurrió el 10 de septiembre de 2020, cuando los amigos entraron a una tienda de Walmart de Texas para devolver un televisor defectuoso de 58 pulgadas que Stewart había comprado en el establecimiento apenas horas antes. Sin embargo, y pese a que mostraron el recibo de 300,94 dólares, los empleados del lugar se negaron a aceptar el televisor de vuelta y fueron un paso más allá al alertar a la policía de que sospechaban que el aparato había sido robado.

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Según la demanda, revisada por la NBC News, cuatro policías blancos “se acercaron a ellos por detrás y les ordenaron que se llevaran las manos a la cabeza” y que no se movieran. Luego, procedieron a registrar sus cuerpos, vaciar sus bolsillos y esposarlos “como delincuentes a la vista de todos los vecinos”.

La pareja de amigos pidió repetidamente una explicación “por haber sido detenidos, registrados, esposados ​​y avergonzados de una manera tan degradante”. Sin embargo, al no recibir contestación y ante la impotencia que sentía, Stewart ―que es exoficial de policía y tiene más de 50 años― comenzó a llorar y a suplicar por respuestas “durante aproximadamente una hora”.En la documento legal se señala que los empleados fueron gravemente negligentes porque sus acciones podrían haber hecho que la policía confundiera la situación y que Richardson y Stewart, “como hombres negros, podrían haber sido baleados, heridos o desfigurados permanentemente”.

Los sujetos fueron eventualmente liberados, pero se les obligó a firmar una “advertencia de entrada ilegal” para que los cargos penales contra ellos permanecieran archivados en Walmart.

Stewart y Richardson aseguran que se les discriminó por motivos raciales y piden que se celebre un juicio por lo ocurrido, así como daños compensatorios y punitivos.

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