A través de medios afines, el gobierno busca establecer costos de un paro que provocaron con su intransigencia.

Denunciar un convenio colectivo y pretender que los trabajadores no tomen medidas de lucha es o una tontería o un acto de malicia política que busca responsabilizar a posteriori a los trabajadores que lo único que hacen es salir a dar la cara y defender una empresa pública que debe seguir siéndolo ante el embate continuado por parte del gobierno.

Privatización de sectores como el combustible en los aeropuertos son alguna de las medidas que ha tomado Lacalle y sus secuaces para desbaratar ANCAP a un ritmo que no genere resistencia, un largo anhelo Herrerista.

Hoy, con maniobras que deben manejarse a dos frentes, el gobierno busca sostener el precio de los combustibles solamente para evitar que la población se percate de que gracias a la LUC, el Presidente puede destrozar el bolsillo de los uruguayos subiendo la nafta mes a mes, mientras trata de continuar con el desmantelamiento de ANCAP.

Ante esto, es necesario aplaudir a FANCAP, que con la madurez y el amor por nuestro país que el gobierno no tiene, se niega a la intransigencia y trata, un día si y otro también de evitar se desmantele ANCAP sin quemar la pradera en el proceso.