Ganaba Hamilton cómodamente, pero un safety car le dió alas a red bull, que en una última vuelta se encontró mano a mano a ambos pilotos, pero gracias a la estrategia del equipo y a un descomunal trabajo de Checo Perez, Verstappen la recorrió con gomas blandas nuevas y Hamilton con gomas duras y con más de 30 giros.

Un campeonato plagado de decisiones de la FIA a favor de Hamilton que ni siquiera con la ayuda de las autoridades pudo evitar que Max se proclamara campeón del mundo.
