La fiscal Gabriela Fossati, a cargo del caso que involucra al exjefe de la Seguridad Presidencial, Alejandro Astesiano, trasmitió este domingo a través de la Fiscalía General de la Nación sus respuestas a declaraciones públicas sobre las últimas revelaciones de la causa, algunas pronunciadas por senadores del Frente Amplio en la sesión extraordinaria del Parlamento por el presunto espionaje a Charles Carrera y Mario Bergara.

Fossati afirma ahora que “el no uso” de los chats entre el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y su custodio Astesiano “partió de lo que fue una mala comunicación de los intermediarios, particularmente de personal de Inteligencia que estuvo en la noche de la detención”.

Esta versión contradice la dada por la fiscal días antes al diario El Observador, donde dijo que estos fueron excluidos de la investigación a partir de un “requisito desde Presidencia” para la entrega voluntaria del celular de Astesiano.

Esto solo da lugar a una conclusión, la fiscal del caso más importante de los últimos años, el de una mafia operada desde el centro del gobierno, que involucra corrupción por millones de dólares, delitos de todo tipo, emisión de pasaportes, e incluso espionaje en democracia a Senadores opositores, ha recurrido a mentirle a la prensa, ya sea con su primera versión o con la nueva, es preocupante el manejo de Fossati, en un caso que puede terminar en un juicio político al Presidente de la República.

“El requisito que me indicaron desde Presidencia para hacer una entrega voluntaria (del celular) es que no estuvieran los mensajes del presidente con Astesiano y teniendo en cuenta su investidura, y que era una entrega voluntaria, me pareció sumamente razonable”, dijo Fossati en su momento.

Además esta versión era corroborada por un documento que fue enviado por ella a Policía Científica el 3 de octubre, la fiscal solicitó que se recuperasen todo tipo de mensajes borrados por Astesiano “con excepción de los mensajes, audios y videos que pueda haber intercambiado con el sr. presidente de la República”.

“Entendí que podía haber información de los movimientos y hábitos de su familia. Las condiciones de trabajo de la fiscalía no pueden garantizar que eso se mantuviera en reserva. Me parece sumamente razonable y me sigue pareciendo razonable”, dijo Fossati al respecto, ahora no se entiende esta declaración porque al parecer dice que no fue suya la decisión.