El exjefe de seguridad Alejandro Astesiano compartió con Jorge Berriel el material gráfico con el recorrido del auto de Marcelo Abdala antes del choque y le envió un audio al secretario privado de Lacalle Pou: “hay que matarlo a este hijo de puta”.
Según surge de las conversaciones telefónicas de la carpeta judicial, el entonces jefe de la seguridad presidencial recibió en tiempo real un informe del operativo policial, incluyendo los resultados de la espirometría, y compartió todos esos detalles con Nicolás Martínez, secretario privado del presidente Luis Lacalle Pou.
Al día siguiente, además utilizó el sistema de cámaras al que tenía acceso para monitorear los lugares que recorrió el auto de Abdala en las horas previas al choque y le envió ese material gráfico al subdirector de Policía, Jorge Berriel.
Solamente había pasado una hora desde el accidente, que se produjo a las 16.33 en Bvar Artigas casi García Cortinas, Astesiano le envió un primer mensaje por Whatsapp a Martínez.
Se trataba del parte policial en el que se reportaba que el auto de alquiler que manejaba Abdala había chocado a otros dos vehículos que estaban estacionados y que al lugar ya habían concurrido medios de prensa y el comisario Gabriel Silvera, segundo jefe de la Zona Operacional I de la Jefatura de Policía de Montevideo. Todavía no se había realizado la espirometría.
“Qué dice, Fibra. ¿Eso fue ahora? ¿Chocó este? ¿Mamado?”, preguntó Martínez. “Sí, ahora, estoy que le hagan espirometría ya”, contestó Astesiano. El secretario de Lacalle Pou le informa que a esa altura los portales informativos todavía no habían publicado la noticia.
“Estoy con todo eso ahora. Y ya estoy pidiendo resultado de espirometría”, le informó Astesiano, por mensaje de audio. Tres minutos después ya había logrado su objetivo: “Nico, 1,53 (gramos de alcohol en sangre) le está dando la espirometría. Ahora dispuso el Jefe de Policía que vaya el coordinador hasta ahí y el jefe de Zona. 1,53 la espirometría”.
Astesiano le mandó después algunas fotos del operativo policial, de la libreta de conducir de Abdala y del resultado que arrojó el espirómetro. También dos stickers: el músculo de fuerza con el texto “Vamo arriba” y una cara del Chavo del Ocho.
“Está en el horno”, escribió Martínez. Astesiano le contestó con un audio: “Ahora Nico llegó el tiempo de nosotros de matarlo. Hay que matarlo. Que se pongan las pilas ahí, hay que matarlo a este hijo de puta”.