En un acto celebrado este lunes en el Palacio de Planalto, en Brasilia, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó una medida provisional (MP) que impone impuestos a los llamados “fondos de los superricos” y también remitió al Congreso Nacional un proyecto de ley que aborda la tributación de las offshore, empresas administradas por ciudadanos brasileños que viven en el país, pero que funcionan en otros países o territorios, usualmente en paraísos fiscales.
La medida provisional es una especie de decreto que entra en vigor al momento de su publicación, pero tiene una vigencia de tres meses y necesita una votación del Congreso para tener vigencia permanente. La revista Carta Capital informó que la MP firmada por Lula aumenta la tributación de los fondos onshore, también conocidos como fondos exclusivos, inversiones personalizadas que requieren al menos diez millones de reales de inversión (aproximadamente dos millones de dólares) y tienen un costo de mantenimiento anual de hasta 150.000 reales (31.000 dólares).
El texto determina el cobro del 15% al 20% sobre las ganancias de los fondos exclusivos dos veces al año. Actualmente, este cobro sólo se produce en el momento del rescate, es decir, cuando el inversor desea vender su acción y, a cambio, recibe el importe correspondiente en efectivo.
El gobierno de Lula, que asumió su tercer período como presidente el 1º de enero de este año, espera recaudar con este nuevo impuesto alrededor de 24.000 millones de reales, alrededor de 4.920 millones entre este año y 2026.