Lacalle volvió a dar una conferencia de prensa llena de autobombo y sin medidas concretas para combatir la crisis económica en la que se encuentra el país.

comenzó casi con cinismo, destacando la solidaridad de los uruguayos en las ollas populares, cuando desde el gobierno no se ha hecho absolutamente nada sobre el tema.

Continuó con la única medida que se le puede ocurrir a un herrerista en tiempos de crisis, limitar el derecho de reunión para disolver las aglomeraciones que tenga ganas, que obviamente serán las que signifiquen protestas contra su gobierno o que sean realizadas por aquellos que no pertenezcan a la clase privilegiada que sostiene este gobierno.

El cierre de fronteras, con excepciones, el subsidio al transporte interdepartamental, medidas insuficientes y de enfoque protector de empresas más que de personas, y una marcha atrás con los gimnasios.

El teletrabajo ya había sido anunciado, pero como el mismo gobierno no lo cumplió, se vuelve a anunciar y no pasa nada. A los privados se les recomienda tomar medidas, o sea, que hagan lo que quieran.

Sobre los miles de desempleados, las políticas sociales, posibles estímulos económicos para que la industria nacional no sufra la baja en el consumo derivada de la crisis, cero anuncios.

En resumen, ante una situación crítica, a este gobierno no se le ocurrió una sola idea para ayudar a la clase trabajadora, solo se le ocurrió darse un marco legal para la represión.